En marzo pasado se cumplió un año de la inauguración de la primera estación de gasolina de una marca extranjera en México y fue de la británica BP. Esto marcó el inicio de la nueva competencia en la comercialización del combustible en el país.
A doce meses de distancia, la contienda en el sector no está en quién ofrece el mejor precio -porque Pemex todavía es el mayor proveedor del combustible y sólo una marca lo importa-, sino en los aditivos que lleva y el valor agregado que aportan.
Actualmente hay 30 marcas de gasolineras nacionales y extranjeras en el país, y al menos 10 de ellas manejan su propio químico. Esto permitió que el negocio de los aditivos se duplicara en México en los últimos dos años, tanto en volumen como valor.
Información del Inegi muestra que al finalizar 2017 los ingresos por la venta de aditivos para gasolina alcanzaron los 430.4 millones de pesos, 113.4 más comparado con el cierre de 2015, cuando llegaron a 201.7 millones de pesos.
El año pasado el volumen comercializado llegó a los 10 millones 397 mil litros del químico, con lo que igualó la cantidad total desplazada durante 2012-2015.
Firmas como Repsol, BP, Shell, G500, Mobil, Costco, Chevron y Akron, entre otras, colocan los aditivos dentro de sus combustibles, y compañías como Oxxo Gas contemplan aplicarlo este año.
Especialistas del sector dijeron que, aunque por ahora el químico no se refleja en el precio final del combustible, en un futuro las empresas tendrán que aplicarlo a los consumidores.
“Casi todas las nuevas marcas de gasolina venden combustible de Pemex; la diferencia para ganar mercado es actualmente el aditivo que le incorporan. Esto aún no lo reflejan en el precio al consumidor, puesto que las estaciones lo toman como una inversión para ganar prestigio en el mercado”, explicó Víctor Manuel Luqueño, director general de LUQROSS, firma dedicada a desarrollos tecnológicos para gasolineras.
El también miembro de la Asociación Mexicana de Profesionales de Estaciones de Servicios (AMPES) destacó que cada compañía tiene su método para integrar el aditivo a la gasolina que comercializa.
Información de la Secretaría de Energía revela que a la fecha hay 30 marcas diferentes a Pemex que venden gasolina y alrededor del 21 por ciento de las más de 11 mil estaciones ya no tienen el logo de la empresa productiva del Estado.
Algunas de las compañías cuentan con sistemas de almacenamiento donde reciben la gasolina de Pemex y ahí incorporan el aditivo que producen firmas como Roshfrans o Bardahl, para luego distribuirlo entre sus estaciones.
Otra forma de integrarlo es directamente en las estaciones. Luego de que las pipas de Pemex dejan el combustible en éstas, un grupo de expertos contratados por el grupo gasolinero colocan -con técnicas especiales para reducir riesgos químicos- el aditivo dentro de los tanques.
“La reforma energética nos da una nueva oportunidad con la apertura del mercado de combustibles; actualmente las nuevas marcas siguen vendiendo gasolina de Pemex, pero ahí es donde nosotros queremos aprovechar”, dijo Ángel Quiroz, director de ventas Roshfrans, empresa que provee de aditivos a diferentes empresas gasolineras.
Refirió que siguen en pláticas con nuevos grupos que quieren crear su propia “diferencia” en el mercado.
No todos los aditivos son iguales, ya que cada una de las marcas dice contar con cualidades únicas.
BP y Shell aseguran que el aditivo de su gasolina protege los motores en materia de corrosión y desgaste, al tiempo que otras dicen que permite que el combustible dure más y el auto tenga más potencia.
Fuente: El Financiero