La petrolera española aprovecha la liberalización para lograr una cuota del 10%. El objetivo es lograr alianzas con socios locales gradualmente, en cinco años
Repsol quiere aprovechar la reforma del mercado minorista de carburantes de México, que el Gobierno de Enrique Peña Nieto liberalizó en abril de 2016. Siguiendo los pasos de sus grandes competidoras, como Exxon Mobil, BP o Glencore, la petrolera española estudia desde hace meses un proyecto para entrar en un mercado que hasta ahora estaba reservado para la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), la que fuera accionista de Repsol hasta 2014.
Según fuentes próximas a la compañía que preside Antonio Brufau, el objetivo es alcanzar entre un 8% y un 10% de cuota de mercado en cinco años, lo que ascendería a unas 1.200 estaciones de servicio. De esta manera, el modelo de negocio de downstreamlograría un fuerte impulso.
Un portavoz de Repsol reconoce que este es un proyecto que se está analizando, dado el gran potencial del mercado de combustible mexicano (gasolineras, retail, ventas directas y aviación), pero para ello Repsol “irá de la mano de socios locales”. Y, en estos momentos, “no hay aún ningún acuerdo al respecto”.
Sin entrar en valorar las citadas cifras, en Repsol ponen encima de la mesa su gran experiencia internacional en esta actividad, con redes de distribución en Perú (con más de 400 gasolineras) y Portugal. El modelo de alianzas con empresarios locales es el que también están utilizando el resto de multinacionales petroleras.
La tasa de gasolineras por habitantes de México es muy inferior a la española y además se trata de un mercado muy fragmentado pero de grandes dimensiones (120 millones de habitantes). La intención es centrarse en algunas zonas del país.
La petrolera quiere crecer gradualmente y probar en el mercado mexicano, abriendo pequeños cupos, por ejemplo, de 50 estaciones. En el caso de que el negocie no cubra las expectativas, siempre le quedaría la opción de vender.
Como ya publicaron varios medios de comunicación, el pasado mes de febrero responsables de Repsol se reunieron en febrero con la Comisión Reguladora de Energía de México y la intención de la compañía era entrar en el mercado en los siguientes meses.
Tras la liberalización de la venta de carburantes. lo que supone la desaparición gradual de los subsidios a estos combustibles, se ha producido en México una subida de precios de hasta un 20% en determinadas regiones, lo que ha causado malestar social. Los nuevos entrantes deben utilizar los gasoductos y terminales de Pemex para transportar y almacenar el combustible.
Repsol es la empresa líder en la venta de carburantes en España, con una red de 3.585 estaciones de servicios repartidas por todo el país, de las cuales, el 71% tiene un vínculo con la compañía y el 29% son de gestión propia. Esta posición de dominio le impide crecer, por razones de competencia.
En el área de downstream (comercialización y refino), la petrolera española cuenta con cinco refinerías ubicadas en Cartagena, La Coruña, Bilbao, Puertollano y Tarragona. Todas ellas interconectadas y sistematizadas para funcionar como una sola. Invertir en México es una oportunidad para Repsol, ya que las ventas minorista de carburantes son mercados maduros en Europa.
Fuente: Cinco Dias. El País