Es la primera empresa extranjera que entra en el nuevo mercado
Repsol ha entrado en el mercado de suministro de combustible de aviación en México, contratando capacidad de almacenamiento en los dos principales aeródromos del país, Ciudad de México y Cancún, y añadiendo con ello una nueva línea de negocio en el país.
Según ha informado la empresa pública mexicana Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Repsol ha entrado en un mercado liberalizado a mediados del año pasado, después de 40 años de monopolio por parte de la propia ASA, que ahora alquila sus infraestructuras en los 62 aeropuertos de México a los pocos operadores privados que se han atrevido a competir en un negocio que mueve unos 5,000 millones de litros de combustible anualmente.
Junto a la petrolera presidida por Antonio Brufau, también han contratado capacidad para prestar el servicio las mexicanas Hipergas y World Fuel Services -fueron las primeras, en los aeropuertos de Monterrey y Torreón, el pasado diciembre- y la británica BP. Hace meses se barajaba la incorporación de Shell y Gulf al nuevo mercado, pero aún no lo han hecho.
Las instalaciones de ASA en los aeropuertos de Ciudad de México y Cancún cuentan con una capacidad de almacenamiento de 24 y 14.5 millones de litros, respectivamente. Repsol y BP han contratado una capacidad conjunta del 7% en el primero, 1.65 millones de litros, y del 4% en el segundo, 580,000 litros, lo solicitado para atender sus compromisos actuales de ventas.
Fuentes de Repsol especifican a elEconomista que la petrolera española ha sido la primera empresa foránea en solicitar espacio de almacenamiento para el combustible de aviación -que en la actualidad compra íntegramente a Pemex-, pero no revelan que aerolíneas han captado como clientes.
Repsol tiene presencia en México desde 1999, año en el que fundó, con el Grupo Kuo, Dynasol, sociedad que dispone de una planta de fabricación de caucho sintético en Altamira. Desde entonces comercializa lubricantes y especialidades, y tiene también actividades de exploración y producción de hidrocarburos, con cinco bloques exploratorios y uno en producción, del que posee el 60%.
Además está en medio de un amplio despliegue de estaciones de servicio: cuenta con 180 abanderadas con empresas locales y espera tener operativas de 350 a 400 al final de año. Su meta es alcanzar el 10% de cuota del mercado tras acometer una inversión de unos 400 millones de euros; según reveló su consejero delegado, Josu Jon Imaz, durante la presentación de resultados del pasado ejercicio, ya ha firmado 240 contratos.
Y en los últimos meses ha acelerado otras líneas de negocio: en julio adquirió el 40% de la firma de lubricantes Bardhal y el mes pasado anunció su participación en tres nuevas infraestructuras logísticas de hidrocarburos en las que contará con una capacidad conjunta de 750,000 barriles.
En la primera de estas terminales de almacenamiento, situada en el Estado de México, también participa CLH; la segunda se ubicará en la costa del Golfo, y la tercera en El Bajío. Se destinarán principalmente a garantizar el abastecimiento de su creciente red de estaciones de servicio.
Fuente: Economia Hoy / México