La apertura del mercado de gasolinas y diesel traerá una competencia en la que difícilmente podrán subsistir quienes quieran permanecer en el estado actual de las cosas.
La apertura del mercado de gasolinas y diesel traerá una competencia en la que difícilmente podrán subsistir quienes quieran permanecer en el estado actual de las cosas. De ahí que la consultora Deloitte desarrolló un decálogo de estrategias que van desde el arrendamiento de los negocios hasta la independencia total en términos de logística, marca y adquisición de la molécula, que según el riesgo y la capacidad financiera, los empresarios seguirán para obtener beneficios del nuevo sector.
Bernardo Cardona, consultor de Deloitte, explicó a El Economista que para muchos empresarios, la ruta será rentar su negocio para recibir una renta fija con el fin de evitar los riesgos, mientras que otras formas que ya se están implementando, como la creación de alianzas para adquirir productos por volumen o incrementar la oferta de valor mediante negocios alternos, diversificación de servicios o tecnología que mejoren la experiencia del cliente, lograrán que muchos empresarios permanezcan en el negocio. La venta total del negocio o cash out será otra ruta en lo que respecta a la optimización de las estaciones de servicio.
Las estrategias que dependen de la infraestructura de transporte y almacenamiento disponibles podrán comenzar a implementarse en el mediano plazo, entre los próximos tres y cinco años. Entre estas rutas de tipo adyacente se encuentran la terciarización de la compra de la molécula, el ingreso al negocio de combustibles y petrolíferos, e incluso la comercialización o trading y el almacenamiento a gran escala, aunque estas actividades requieren de mayor inversión de capital y experiencia en el ramo, por lo que será llevado a cabo por grandes trasnacionales consolidadas que bien pueden aliarse con los gasolineros.
Finalmente, están las estrategias de transformación de los negocios, como el cambio de bandera que comenzó el año pasado en las actividades de firmas como Hidrosina o La Gas, que siguen vendiendo la molécula de Pemex pero buscan distinguirse. En los próximos dos años, a este cambio de marca en las estaciones se añadirán cambios en la marca de combustibles que venden,y finalmente habrá negocios nuevos completamente independientes desde su construcción, lo cual provocará una verdadera competencia que principalmente se dará en términos regionales. Detalló que en las grandes urbes aumentará más rápido el número de negocios de venta de gasolinas, mientras que en corredores de transporte de manufacturas crecerá el expendio de diesel.
Fuente: El Economista