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Publicado el 27/Mar/20

México aprovecha el lado positivo de la caída de los precios del petróleo.

Los precios de las gasolinas en México han generado un beneficio político y uno tributario a la reciente administración federal.

México aprovecha el lado positivo de la caída de los precios del petróleo.

La baja de los petroprecios en los mercados internacionales ofrece dos beneficios al gobierno mexicano: una reducción en el precio de las gasolinas y cobrar un impuesto en su totalidad que en estos momentos significa una bocanada de aire fresco para las finanzas públicas. El precio del petróleo a nivel mundial se ha desplomado en las últimas semanas por el conflicto entre los productores de crudo Rusia y Arabia Saudita, así como una menor demanda a causa del paro de actividades para evitar la propagación del coronavirus. 


La baja de los petroprecios provocó que se ajustara el precio de las gasolinas en México, aun con un tipo de cambio peso-dólar en niveles históricos. Al cierre del 24 de marzo, en promedio, un litro de gasolina magna valía 16.80 pesos; de premium 18.19 pesos y de diésel 19.58 pesos. En comparación con hace un mes, las bajas por litro han oscilado entre los dos y tres pesos, de acuerdo a información de PetroInteligence. Esto ya ha tenido su efecto en materia política y discursiva: “Con esta crisis, la crisis económica financiera producida por la pandemia de coronavirus baja el precio, nosotros compramos, tomamos la decisión de bajar el precio. Yo les ofrecí que no iba a subir en términos reales, y he cumplido con eso, no ha aumentado desde que estoy en la presidencia”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, en un video publicado en su cuenta de Twitter el pasado 21 de marzo. 


En la actualidad, a raíz de la última reforma energética, el precio de la gasolina no obedece a una decisión de gobierno, sino al comportamiento de los precios internacionales y que México es un gran importador de gasolina y diésel (alrededor del 75% del total de la que se consume), explicó Ramses Pech, socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects, en un análisis. La baja en el precio del petróleo y de las gasolinas en Estados Unidos, país de donde importamos el combustible, ha sido tanta que aun con el dólar más caro, los combustibles han bajado en México y Hacienda podrá cobrar al 100% la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se estipuló para este año.


 “En Estados Unidos los precios están por debajo de los precios en México, eso favorece la recaudación de IEPS, esto será en medida de que los precios del petróleo seguirán castigados”, dijo por su parte Arturo Carranza, analista independiente del sector energético. Esto también representa que Hacienda no dejará de recaudar dinero (dar subsidio), pues no necesitara reducir la tasa del IEPS, para mantener el precio, que es lo que se aplica cuando suben los precios de las gasolinas en Estados Unidos, detalló Carranza. 


Para este año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé que se rebase la meta de recaudación de este impuesto para este año que es de 313,321 millones de pesos. Si bien, la meta puede estar en riesgo debido a que el consumo de gasolina en México disminuirá a causa de las medidas de aislamiento social y paro de actividades para disminuir el brote de coronavirus en territorio mexicano, puede haber buenas noticias para la recaudación tributaria una vez que termine las acciones para contener la pandemia, y el precio del petróleo continúe en niveles similares, concluyó Carranza.   

Fuente: Expansion 

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