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Publicado el 17/Sep/20

Gasolineros: aprendiendo a competir

Los dueños de las estaciones de servicio estaban acostumbrados a recibir un margen fijo de ganancia por litro vendido.

Gasolineros: aprendiendo a competir

El precio de las gasolinas siempre ha sido una de las preocupaciones centrales de los mexicanos y sus políticos. Durante muchos años, su precio se fijó desde un escritorio en la Secretaría de Hacienda (SHCP). Con el tiempo, sus subsidios se volvieron insostenibles para las finanzas públicas. Por ello, en 2014 entró en vigor una reforma que buscó aliviar este costo al erario, a la vez de beneficiar a los consumidores en términos de precio y calidad en el servicio de las gasolineras.

Lo anterior a partir de dos vías básicas: 1) permitir y promover la importación de gasolinas que pudieran ser igual o más baratas a las de Pemex, lo cual incentivaría a esta última a hacerse más eficiente, y 2) liberar el precio de venta -en una primera etapa con un precio máximo a fin de cuidar al consumidor- para que cada gasolinera lo definiera por sí sola, buscando mediante precios más bajos y un mejor servicio ganar a un mayor número de clientes.

A competir se aprende, especialmente cuando no era la costumbre de un mercado como el de gasolineros: los dueños de las estaciones de servicio estaban acostumbrados a recibir un margen fijo de ganancia por litro vendido, sin importar si daban o no un buen servicio a sus clientes.

Estos argumentos pueden percibirse de inicio abstractos, hasta que la realidad de las conductas anticompetitivas nos hace ver con pesos y centavos los costos que estas tienen. Tal es el caso de la sanción que la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) acaba de imponer a empresas, directivos y asociaciones de gasolineros de Baja California, por acordar la manipulación del precio de las gasolinas. Esta colusión provocó un daño directo a los consumidores de más de 27 millones de pesos, resultado de la suma de sobreprecios de hasta 60 centavos por litro.

Aquí un poco la historia: Al entrar en vigor la política de precios máximos en enero de 2015, la COFECE tuvo conocimiento que una organización del ramo convocó a sus afiliados de Tijuana a evitar una competencia desleal a través de la unidad en el sector; es decir, a no entrar en una guerra de precios para atraer clientes, sino mantenerse de manera coordinada en el orden del precio máximo establecido por SHCP.

La evidencia recabada en la investigación deja ver que los acuerdos conseguidos tuvieron vigencia entre el primero de enero y la primera quincena de febrero de 2015. El mismo tipo de coordinación luego se extendió entre gasolineras de Mexicali -de febrero a marzo de 2017-, teniendo como promotores a otro par de asociaciones municipales adicionales. En este caso se coordinaron para no aplicar el estímulo fiscal otorgado por el Gobierno federal en la zona fronteriza (instituido para hacer la compra de gasolinas más atractiva en el territorio nacional frente a los competidores asentados del lado estadounidense), con lo que impidieron que se establecieran precios más bajos como consecuencia de la falta de aplicación de este.

Estas colusiones impusieron de manera artificial precios más altos, lastimando no solo la capacidad adquisitiva de los clientes de las estaciones de servicio involucradas, sino que además generaron efectos negativos más extendidos, al ser el costo de la gasolina un factor que incide de manera transversal en toda la economía local. Por lo antes expuesto, impusimos multas totales que ascienden a 51 millones de pesos.

En otros países, cuando se abrieron los mercados de las gasolinas a la competencia, estos no estuvieron exentos de prácticas anticompetitivas. Como ya decía, a competir se aprende. En este sentido, el papel de la COFECE es fundamental para sancionar abusos y disuadir para que no sucedan más. Seguimos vigilantes del sector, existen otras investigaciones en curso, en estos casos a nivel nacional.

Es importante señalar que esta conducta por grave que sea no implica en ningún sentido que el esquema anterior a 2014 era mejor, pues resultaba incosteable para el erario, en mal servicio a los clientes y sin condiciones de tener la posibilidad de mejores precios con competencia de verdad. Por ello sigamos impulsando la participación de privados en este mercado y una intensa dinámica de competencia entre todos los involucrados.

Fuente: Reforma, México

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