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Publicado el 15/Aug/18

El nuevo negocio de repartir gasolina

La empresa mexicana Avant Energy construye una red de 500 millones de dólares para transportar gasolina al Bajío a precios más competitivos para las estaciones de servicio que los de Pemex.

El nuevo negocio de repartir gasolina
Zacatecas, Aguascalientes y Jalisco, en la zona del Bajío, tienen en común que sus conductores viven con los precios de las gasolinas más altos del país. ¿Qué ocurre en estos estados? Al mirar los mapas y analizar cómo se transporta el combustible hacia estas entidades, la respuesta parece obvia: tienen que mover el producto por pipa, lo que cuesta 14 veces más que traerlo por ducto, ante la ausencia de otras opciones.
 
Ahora, con la apertura del sector energético a la inversión privada, la falta de infraestructura para el transporte y el almacenamiento de combustibles abre una oportunidad de negocio que inversionistas, como Avant Energy, quieren aprovechar, con el fin de trasladar el producto a menores costos. "Si hubiera cinco gasolineras, y una de ellas toma gasolina de Avant Energy, ésa será la más barata de todas", asegura Luis Farías, director general de la compañía.
 
Esta empresa pretende construir una red de 500 millones de dólares para traer combustible de importación desde Estados Unidos a una terminal de almacenamiento en el puerto de Altamira, y desde allí transportarlo por ferrocarril hacia Querétaro y San Luis Potosí.
 
Su plan es suministrar esa región del centro y el oeste del país con su Suministro de Petrolíferos Altamira-Bajío (Supera) y con buques Panamax. Estos monstruos marinos pueden transportar de 450,000 a 500,000 barriles de combustibles en cada viaje, el equivalente a ocho veces el consumo diario de Guadalajara. En este gran volumen, se encuentra la llave del negocio, dice Farías.
 
EXPANSIÓN: ¿Qué busca solucionar su sistema Supera?
 
Luis Farías: Hay un diferencial de casi 600 kilómetros entre suministrar por ferrocarril y suministrar combustibles por buque desde Altamira (Tamaulipas). Eso es, básicamente, en lo que nos estamos enfocando, en traer barcos de gran calado y almacenar su carga en la terminal de Altamira, que tiene una capacidad para 1.2 millones de barriles ahí, y luego lo transportamos a través de ferrocarril por el altiplano hasta Querétaro, para ahí distribuirlo nosotros como mayoristas.
 
¿Qué ventajas ofrece una terminal marítima?
 
Una terminal como ésta te abre las puertas al mundo. México importa siete de cada 10 litros de gasolina. La costa del golfo de México, pero de la parte de Estados Unidos, es el mercado natural para traerla. Pero ya que tienes una infraestructura para barcos de calado como los Panamax, puedes traer la gasolina de Colombia, Europa o de donde sea.
 
¿Cuál será su capacidad de suministro?
 
Nuestra capacidad en Altamira, cuando el proyecto esté en pleno funcionamiento, son 100,000 barriles diarios. Es la séptima parte de todo lo que se importa en el país. Pero lo vamos a concentrar en el Bajío, por lo que ahí seremos importantes.
 
¿Cómo mejora esta opción al suministro actual que ofrece Pemex?
 
Para empezar, los gasolineros no van a pagar el transporte de 600 kilómetros de ferrocarril entre el Bajío y la frontera con Estados Unidos. Eso es como cruzar una carretera con una serie de curvas. Nosotros vamos a acercar la costa del golfo al Bajío, y viceversa, como si sustituyeras la carretera con una autopista.
 
¿Cuánto van a ahorrar?
 
Es muy difícil dar un número preciso, porque los precios de la gasolina en la bomba se configuran con los precios de la gasolina a nivel internacional, más el transporte, más los impuestos. Así que las políticas de impuestos o los precios del mercado internacional pueden variar. Lo que sí podemos decir es que los precios de nuestros clientes van a ser los menores en el Bajío.
 
¿Cómo se divide la inversión anunciada de 500 MDD?
 
Tan sólo en Altamira, la inversión alcanzará los 200 MDD, mientras que a la terminal de almacenamiento de Querétaro destinaremos otros 60 MDD. Además, se requiere capital de trabajo para comprar e inventariar los petrolíferos, así como para dar crédito a los clientes. Esto ronda los 250 MDD adicionales.
 
¿Les preocupa el robo de combustibles?
 
Nos preocupa y nos ocupa. Entendemos la realidad del país, pero confiamos en que va a ir saliendo de este problema con el paso del tiempo. También sentimos que con el transporte por ferrocarril es menos factible que se cometa este tipo de ilícito. Hablamos de trenes unitarios que llevan 46 vagones, con dos trenes unitarios cada día, uno detrás del otro, y que no paran de origen a destino. Es más difícil imaginar un ilícito así.
 
Fuente: Expansión
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