Los gasolineros han integrado esos costos en el precio final que paga el consumidor.
Debido a que los grupos gasolineros enfrentan una mayor regulación y exigencia por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en las disposiciones a cumplir, todo esto se ha integrado como costo en el precio de la gasolina, explicaron expertos en el tema.
Indicaron que esta situación ha llevado a que el valor de los combustibles muestren incrementos de hasta dos o tres centavos por litro en una frecuencia de dos veces a la semana.
Requerimientos como la instalación de tableros para exhibir el precio diario de combustible en las estaciones de servicio y la incorporación de ciertos aditivos son elementos que han integrado los grupos gasolineros como parte de sus costos de operación trasladándolos al consumidor final.
Especialistas en el tema señalaron que el precio de la molécula que es adquirida en Texas, sumado a la volatilidad en el tipo de cambio, los costos de logística y ahora la regulación, provocan que el precio de las gasolinas continúen al alza.
Para Carlos Villarreal, socio del área de hidrocarburos del despacho Elizondo Cantú, la perspectiva de los precios de las gasolinas en Estados Unidos enfrenta un panorama de volatilidad.
“En estos momentos existe una inestabilidad económica y política a nivel internacional. Considero que van a seguir subiendo los precios del crudo brent”, explicó.
A nivel México, dijo, se ha conjuntado una serie de factores, por un lado se enfrenta también esta volatilidad proveniente del exterior y a nivel interno, el costo de logística y los costos adherentes a una mayor regulación, esto ha hecho difícil que los precios de la gasolina experimenten una estabilidad.
Villarreal señaló que los pronósticos se han quedado cortos, dado que en marzo pasado se estimaba que el precio de la gasolina iba a acumular un incremento de un peso para todo el año, pero la realidad ha sido que ha subido un peso en sólo tres meses.
César Cadena, presidente del Clúster Energético, comentó que los empresarios están inquietos porque no se sabe cuál será la política energética del próximo sexenio.
Fuente: El Financiero